Las niñeces exploran el mundo a través de la curiosidad: preguntan, observan, cantan, juegan. Es en ese constante descubrimiento donde la música y el juego tradicional cobran un valor formativo profundo. ¿Puede la música acompañar esta búsqueda? ¿Puede el juego tradicional ser un acto pedagógico, cultural y comunitario? Desde la perspectiva de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), la respuesta es sí, y con contundencia.
La NEM promueve una visión territorializada del aprendizaje, una que reconoce la escuela como un espacio para tejer comunidad, historia y cultura. En este contexto, la música y el juego tradicional mexicano no se presentan únicamente como herramientas didácticas, sino como formas de expresión, resistencia, memoria colectiva y construcción de identidad.
La música como lenguaje de la comunidad
Lejos de los enfoques que reducen la música a una práctica técnica o meramente recreativa, hoy se propone revalorarla como un medio de reflexión crítica. Los sonidos del entorno —el chiflido del carrito de los camotes, el bullicio del mercado, los cantos en la plaza— son parte de una pedagogía viva. Las canciones populares y los juegos tradicionales se convierten en un puente entre lo cotidiano y lo simbólico, lo educativo y lo emocional.
En las aulas de preescolar, donde lo sensorial, lo lúdico y lo afectivo son ejes del aprendizaje, la música tradicional mexicana encuentra un espacio ideal para florecer. Cantar y jugar no es sólo un momento de esparcimiento: es crear vínculos, recuperar saberes, expresar emociones, afianzar la memoria y fortalecer la identidad de los pueblos.

📚 ¿Por qué un cancionero de cantos y juegos tradicionales?
Este cancionero de cantos y juegos tradicionales mexicanos ha sido pensado para acompañar la práctica docente desde un enfoque culturalmente situado. Incluye rondas, juegos de patio, canciones de arrullo, rimas y cantos colectivos que han sido parte del legado oral de nuestras comunidades. Estas expresiones tienen la capacidad de nutrir las competencias del campo formativo Lenguajes, especialmente en su eje Artes y experiencias estéticas.
Pero más allá del campo curricular, estas canciones activan la memoria emocional de las niñeces y permiten la apropiación del espacio escolar como lugar de pertenencia. Son cantos que se aprenden con el cuerpo, se recuerdan con el corazón y se comparten con alegría.
🤸♀️ Juegos y cantos que transforman
Recuperar juegos como La rueda de San Miguel, El patio de mi casa, Piedra, papel o tijera, o canciones como Los elefantes, Doña Blanca y A la víbora de la mar, es también recuperar formas de convivencia respetuosa, de imaginación sin pantallas, de aprendizaje colectivo.
En este sentido, los cantos y juegos tradicionales no son una propuesta nostálgica, sino una apuesta pedagógica hacia el futuro: formas de enseñar desde la comunidad, desde el territorio, desde la historia compartida.
📥 Descarga gratuita del cancionero
Conscientes del valor pedagógico, afectivo y cultural de estos recursos, ponemos a tu disposición un cancionero descargable en formato PDF con más de 20 canciones y juegos tradicionales mexicanos. Puedes integrarlo fácilmente a tu planeación semanal o utilizarlo como apoyo en tus actividades cotidianas.
Este material busca fortalecer tu autonomía profesional y brindar herramientas concretas para dinamizar tu aula desde una perspectiva crítica, artística y comunitaria.
🧩 Hacia una práctica musical transformadora
La música, cuando se comparte, encuentra su verdadero sentido. En la práctica docente, debe trascender su rol decorativo y convertirse en vehículo para el pensamiento, la expresión, el análisis y la transformación social. Apostar por una didáctica musical territorializada es reconocer en la sonoridad una forma de construir subjetividades, justicia y pertenencia.
Que las niñeces canten, jueguen, se expresen, resistan y sueñen. Que la música sea parte esencial del proceso formativo, no como adorno, sino como lenguaje profundo que acompaña la vida, desde el primer arrullo hasta las canciones de despedida.