En el anterior artículo mencionaba lo adecuado de asignar 10 minutos de la clase para la lectura libre de textos, ya que implica una motivación extra escoger el texto que más les agrade a los niños y las niñas sin la necesidad que sea el maestro que les imponga leer algún tema en especifico.
Este espacio de lectura libre no debe quedarse únicamente en el salón de clase de la escuela primaria, sino debe salir a las casas de los niños y niñas. Una forma sencilla de hacerlo es crear nuestra biblioteca en el salón, un rincón de lecturas donde los niños y las niñas puedan tener material de lectura de fácil acceso.
Basta con asignar un espacio del salón para colocarlo, se puede instalar en forma de librero, en una mesa, como tendedero, en algunas cajas decoradas etc (preferentemente que los libros sean visibles). Los libros podemos recuperarlos de diversos lugares, libros que tengamos en la casa, libros que puedan donar los alumnos, salir a la casa a recolectar libros, comprar revistas, etc.
Al mismo tiempo que será de utilidad como material de consulta para las investigaciones en el salón, para la lectura libre, también podremos ocuparla para que los niños y las niñas se lleven, textos, libros, revistas a sus casa, para que con más comodidad pueda leer.
Es importante reforzar los libros, forrándolos, cosiéndolos, etc, ya que se maltratarán rápidamente por el uso, aunque eso no es de preocupación si nuestros niños y niñas están leyendo.
“No hay imagen más linda que ver a un niño leer”