Comunicar algo, puedes verlo como una tarea sencilla pero en realidad es un proceso complejo en el que influyen muchos factores. El primero de ellos es uso del mismo código entre los agentes que se comunican, no siempre demos por hecho que las habilidades comunicativas y los códigos que manejamos son los mismo. El cambio de concepto de una palabra puede alterar por completo el sentido del mensaje que queremos dar en relación a lo que el receptor escucho.
Pongamos un ejemplo, en el salón de clases al momento de dar las instrucciones nuestras oraciones parecen ser muy claras y elocuentes para nosotros, sin embargo, en la mente del niño es todo una galimatías, el mensaje no es claro y por tanto la indicación simplemente no se comprende.
En ejemplo anterior observamos como no siempre lo que queremos comunicar es entendido como nosotros queremos que sea. Hay un pregunta sobre la que reflexionar ¿lo que digo y cómo lo digo es consecuente con mi receptor? Partiendo de esta pregunta podemos ajustar nuestro código y nuestra sintaxis del lenguaje, para emitir un mensaje sumamente claro.
Para esta situación compartimos una dinámica que nos ayudará a entender un proceso de reflexión sobre nuestros mensajes.
Objetivo: verbalizar una imagen que no pueden ver los demás, pero tienes como misión que tus compañeros hagan una copia fiel de la misma.
Desarrollo:
En un colectivo de 4 o más personas elegimos a uno de ellos.
Su tarea es hacer un descripción muy estructura de los detalles de la imagen.
El resto del colectivo tratará de dibujar la imagen a partir de la descripción verbal.
Cada uno de los participantes pasará a realizar lo mismo.
A partir de todas las descripciones, se hace una análisis de la actividad. La función comunicativa y también de las deficiencias en nuestra comunicación.
Sugerencias: se comienzas con figuras simples como figuras geométricas y se aumenta el grado de complejidad.
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