EL ENFOQUE CIENTÍFICO Y LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
• ¿En qué consiste el enfoque positivista?
Describe la orientación que debe tener la actividad científica, según la epistemología positivista.
El positivismo es una corriente del pensamiento que afirma que el único conocimiento verdadero es aquel que provenga de un método científico y un enfoque experimental.
El objeto de las ciencias es todo aquello de naturaleza tangible, lo que pueda ser percibido por los sentidos, lo observable, palpable, audible, manipulable y medible. Lo intangible, lo que no pueda ser percibido directamente por los sentidos es inútil para la ciencia.
Un método riguroso lo caracteriza, una secuencia progresiva que no puede ser modificada ni omitida en cualquiera de sus pasos, la información recopilada de dicho método de ser objetiva y cuantificable, por tanto no existen juicios morales o de valoración por parte de investigador.
El fin último desde la perspectiva positiva es el incremento de conocimiento, el desarrollo de nuevas teorías, de leyes que deben explicar los fenómenos estudiados.
• ¿Cómo se estudia la problemática educativa desde la perspectiva positivista?
Puede considerarse como una extrapolación de la forma de investigación de las ciencias naturales al área educativa, al igual que en el ámbito natural, el positivismo en la educación intenta encontrar las regularidades o inclusive leyes que rigen la educación.
Aunque la educación como ciencia inmadura y en desarrollo posee muchas dificultades para aplicar los mismos principios en las ciencias naturales, esto no impediría la búsqueda de las variables objetivas y medibles que puedan arrojar las regularidades que puedan regir en diferentes niveles del ámbito educativo como en diferentes zonas geográficas.
• ¿Cómo se caracteriza el enfoque interpretativo?
El enfoque interpretativo es una alternativa a un enfoque positivista rígido que limita las relaciones sociales y educativas a meros fenómenos mecánicos y cuantificables, el enfoque interpretativo busca el estudio de los procesos sociales a través del entendimiento de las actividades humanas, sus motivaciones, intenciones y significaciones, esto último significa que estudio de las relaciones no humanas no puede ser un objeto de estudio empírico directo, en su lugar se modifica esta visión por un objeto de estudio que sólo puede acceder por medio de las interpretación por medio de los referentes antes descritos.
La final de este enfoque de investigación está en la compresión de la vida social de acuerdo a la percepción y experiencia que cada sujeto en sus actividades, y aunque no exenta de los juicios de valor procura producir conocimientos nuestros y ajenos a los intereses de la investigación.
• ¿En qué consiste la propuesta de la Teoría Crítica?
Un enfoque que intenta superar la objetividad tajante del positivismo pero recuperar su metodología sistemática y su búsqueda inacabada del de conocimiento; una superación del enfoque interpretativo resignado a la simple comprensión de los fenómenos pero a su atrevimiento de abordar la investigación desde perspectivas subjetivas.
El fin de la teoría crítica no está en la acumulación de conocimiento, desarrollo de teorías o compresión de fenómenos, sino en una racionalización de pensamiento y de las acciones como un acto crítico y reflexivo, situación que conduce a una praxis (acción y reflexión) procura la transformación constante de sus sistemas teóricos y de sus prácticas humanas.
• ¿Qué orientación debe tener la actividad investigativa en el ámbito educativo, según la perspectiva crítico-interpretativa?
La investigación educativa debe ser consciente que su campo de estudio es una creación social condicionada y no un estado natural determinado, ante ello su consecución es la transformación de sus sistemas básicos de acción acorde a las situaciones sociales, sin embargo este objetivo sólo es alcanzable si los sujetos son capaces de lograr su autonomía en pensamiento y acciones, es decir, lograr su emancipación.
Referencia:
GORDILLO ÁLVAREZ-VALDÉS, Mª Victoria (1991) El enfoque científico y la investigación educativa. Revista Complutense de Educación – Vol. 3, N° 1-2.